lunes, 30 de agosto de 2010

Él la mira. No parece asustada. Le sonríe, le pasa una mano por el pelo tranquilizándola. En ese momento, de la pequeña radio que está al lado y en toda la casa suena inocentemente Beautiful, pero ninguno de los dos se da cuenta. No saben que ésa se convertirá en su canción. Ella cierra los ojos conteniendo la respiración, repentinamente presa de aquella emoción increíble, de ese dolor de amor, de ese mágico convertirse en suya para siempre. Levanta la cabeza al cielo, suspirando, agarrándose a sus hombros, abrazándolo con fuerza. Después se deja ir, delicadamente, más tranquila. Suya. Abre los ojos. Él está allí, dentro de ella. Esa dulce sonrisa flota llena de amor sobre su rostro besándola de vez en cuando. Pero ella ya no está. Esa chica de los ojos azules asustados, de las numerosas dudas, de los mil miedos, ha desaparecido.(...) Le sonríe y lo abraza mirándolo a los ojos. Después le da un beso, suave, nuevo, apasionado. Su primer beso de joven mujer.

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